domingo, 26 de enero de 2014

Son como langostas

Supongo que os acordáis de la famosa polémica de las langostas: allá por el 2005, Franz Müntefering —a la sazón presidente del SPD— comparó a las firmas de inversión que iban de país en país extrayendo beneficios con una plaga de langostas e indignó con ello a todos los que estamos mejor informados que la media, por usar un término fedeano.

No hay que tenérselo demasiado en cuenta: en el fondo es buen chaval. Lo que pasa es que, como líder de la socialdemocracia alemana, se vio obligado a tirar de demagogia populista liberticida para salvar el tipo ante los serecillos que le votaban y que, por decirlo suavemente, llevaban ya más que unos cuantos años  ligeramente desconcertadillos ante la agenda pro-élites —¡bien!— que venía implementando el SPD. Qué le vamos a hacer.

Pues bien, en el séptimo año de la crisis triunfal resulta que va y se pone de manifiesto otra plaga, esta vez de langostas de las de verdad. Joder ké sí.

Os aviso que os vais a quedar asqueados de lo que vais a leer. En serio. Bueno venga, ahí va:


¡Llegan, pillan curro, y cuando se les acaba se van! ¡A Francia! ¿Pero qué se han creído? ¿Que están en el último cuarto de hora de Amanece que no es poco?

Son como langostas.

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